sábado, 30 de enero de 2016

Tu sonrisa -1ª Parte

Incluso desde aquí se pueden contemplar cosas hermosas, pensé...

Me encontraba en la terraza de mi pequeño apartamento, rodeado de otras muchas terrazas y muros de edificios grises formando estructuras uniformes. Unas cuantas plantas verdes, algunas con restos de flores casi sin pétalos, emergían para respirar el poco oxígeno de una ciudad que poco a poco iba difuminándose como en un cuadro surrealista debido a la excesiva y grisácea contaminación. La luz del atardecer ya era difusa. Parecía mezclarse de manera profusa con las ambarinas luces de las tristes farolas que permanecían elevadas sobre la calle. Se hundía el sol lentamente encendiendo el cielo de naranjas tiznados con violetas y rosas. En la distancia, oscuras nubes desfilaban por el horizonte a lomos del recio viento. Pronto el día se haría noche, y con ella caería el silencio que envuelve todas las cosas...

Cerré los ojos y me encontré, sin buscar, tu sonrisa. A que un día me hizo despertar de mis sueños imposibles; aquella que, tal vez, me hizo retornar de mi mundo de ficciones. ¡Qué bonita tu sonrisa! Y recordé las veces, tantas fueron y tantas eran, que hizo revoltosa despistarme, pues cada vez que aparecía en mi camino, me envolvía con su dulce gesto grabándose indeleble en mí para no escaparse y seguir conmigo.

Nadie como tú, pensé.

Busqué el arrumaco del viento, pero no lo encontré. Busqué su caricia, pero no la sentí. Quizá, se había perdido inquieta en mi propia angustia. Lo intenté, pero apenas me dejó casi hueco para respirar, y otra vez un nudo quebradizo se apostó en mi garganta cual muro infranqueable. Ni dejó espacio ni nada, mi corazón entonces se ahogaba al igual que las palabras que intentaban conquistar la decadente luz que quedaba del día. Te sentí tan lejos en la distancia que así fue como mis pensamientos volaron de nuevo para estar contigo. Y siempre, al final, me doy cuenta que acabo necesitándote e imaginándote, una y otra vez. Incluso desde aquí se pueden contemplar cosas hermosas que hacen aferrarme a lo imposible o pude que, alguna ve a lo posible. Y no es tan difícil hacer salir todo lo que tengo dentro; es tan simple y tan sencillo como decirle al viento que te hecho de menos. Porque sin buscarte te ando encontrando por todos lados, de manera especial cuando cierro los ojos.






Microrrelato "Momentos de luz"

Un vaho tímido emergía nublando la vista del hombre que caminaba taciturno por el parque. No sabía si era ese vapor ligero el que, como bocanada, le asfixiaba impasible o quizá, eran sus lágrimas las que con sutileza empañaban sus gafas y amarraban como presa su alma. Parecía triste y cansado, perdido en ese efluvio que se respiraba por todas partes. Aplastaba las pocas hojas caídas sobre la tierra. Las ramas de los árboles se entretejían haciéndole recordar...

París 1953, Montmartre

Regresaba cada día cargado con pinceles y lienzos.

Entonces, llegó ella para pintar. Todo se transformó envolviendo la luz para dar color. Cuadros se vendieron en galerías de arte.

Y con los años, la inspiración se plasmó en amor.