sábado, 2 de abril de 2016

Ahora que la vida se me escapa


Ahora que el tiempo es incierto y pasa lento, siento que es cuando más que nunca te extraño…



Fuiste arena, fuiste tierra; tierra que abrasaba mis manos cuando de niño jugaba y me tostaba bajo tu piel canela. Fuiste música cuando escuchaba los ritmos africanos de tus tambores que me arrastraban a soñar con gacelas blancas y como amarras me apresaban el alma. Entonces, me hacían volar como las alondras, libres; dejadas al antojo del viento disfrazado de rojizo polvo.
Fuiste anhelo y desespero cuando con ataduras trabajaba con esfuerzo y un cielo tímido, sin nubes, me contemplaba ajeno a mis amores y desamores. Fuiste lluvia que caía rara vez precipitada en aguacero y mojaba mi alma por dentro, por fuera, sin prisas.
Fuiste mía como tierra, como música, como lluvia y sol. ¡África mía! No te vayas de mi recuerdo, no te pierdas melancólica por mis entrañas. ¡Quédate como huella de mi nostalgia! No te evapores de mis manos, de mis ojos, de mi piel atezada por tu esencia.
Sigue viviendo en mí, ahora que la vida se me escapa… 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si te ha gustado alguno de mis relatos, puedes dejarme un comentario. Estaré encantada de leerlo.