Microrrelato
No
hemos vuelto a ese nido cargado de besos que un día dejamos. No hemos vuelto a
escuchar el susurro del tiempo arrugando, poco a poco y lentamente, nuestros
años. Dejamos todo atrás y sin pensar; únicamente partimos arrastrando una
vieja maleta por el andén de una estación cualquiera. En ella, viajaron todos
nuestros recuerdos amontonados; y todo ese amor contenido gritaba desesperado
por esa tierra que abandonamos.
Una
tierra que, ahora, espera ansiosa que regresemos; que sucumbamos al calor de esos
encaprichados besos… los que curan, los que
invaden el alma sin siquiera detenernos.
Cuántas cosas caben en una maleta!Amores, desamores, ilusiones, decepciones pero siempre están allí dentro para ser escogidas y colocarlas en su lugar.
ResponderEliminarCierto; en una sola maleta caben muchas cosas. Me encanta tu comentario, gracias por seguir leyendo cada uno de mis relatos.
EliminarUn saludo, o mejor una maleta cargada de ellos...